Vivir en Singapur
Iyna Bort CarusoSingapur, la única ciudad-estado isleña, literalmente está creciendo. En virtud del programa de recuperación de tierras en curso, en los próximos años se agregarán al territorio de este país densamente poblado cientos de kilómetros cuadrados.
Los parques y las reservas naturales son algunas de las prioridades de este país situado en el extremo austral de la península malaya, que centra sus esfuerzos en temas relativos a la calidad de vida. Los ingresos per cápita, entre los más altos del mundo, y la baja carga tributaria contribuyen a la altísima tasa de posesión de propiedades en este importante centro financiero mundial. Su ubicación estratégica, el excelente nivel de sus recursos humanos y su sólida infraestructura atraen a los inversores internacionales.
Singapur pasó a ser una nación independiente en 1965. En la gastronomía, la arquitectura y las tradiciones, se advierte la impronta de su pasado multicultural y colonial británico. Aunque los chinos, malayos e indios son los grupos étnicos más numerosos, quienes vienen a residir aquí desde todas partes del mundo se integran a la comunidad de expatriados con facilidad.
Los estilos arquitectónicos van desde bungalows de antes de la guerra, pasando por casas malayas tradicionales, a propuestas modernas con elementos adaptados al clima tropical, tales como áreas parquizadas con estructuras de protección para el sol. Icónicos edificios de construcción más reciente han contribuido a posicionar la marca de Singapur en un lugar de privilegio. Entre estos se destacan el centro de artes escénicas Esplanada - Teatros de la Bahía, con su techo revestido de una estructura de aluminio con pequeñas salientes piramidales, y las Arenas de Marina Bay, del estudio del arquitecto Moshe Safdie, que presenta tres torres conectadas en el piso superior por un jardín panorámico con vigas voladizas.
Algunas de las propiedades más costosas, la mayoría de estas situadas en edificios de gran altura, se encuentran en el corazón financiero de la ciudad. En Isla Sentosa, ubicada a solo 15 minutos del centro, un desarrollo magistralmente diseñado ofrece propiedades residenciales con muelle privado para atracar embarcaciones y acceso a los campos de golf cercanos. No hay restricción alguna para la compra de propiedades por parte de inversores de otros países. Se requiere aprobación del gobierno para adquirir propiedades residenciales o tierras.